Paella de marisco tradicional

tiempo de preparacion 15-25 min
numero de comensales 4 personas
numero de comensales 40 min
numero de comensales Española
coste estimado 15 €
Calorías por ración: 490 kcal

Este arroz es de los que saben a encuentro, a mesa larga y a manos que se mueven con ritmo de cucharón. A familia. A mar. A sobremesas que se alargan porque nadie quiere levantarse del todo.

La paella de marisco no necesita presentaciones, pero sí merece mimo. Porque detrás de cada capa de sabor hay técnica, y detrás de cada ingrediente, una intención. Aquí no hay prisas: el sofrito se hace despacio, el caldo se cuida, y el arroz se escucha. Esa es la magia. No se trata de complicarse, sino de hacer cada paso como si fuera el único. Como cuando cocinaban las abuelas, pero con el toque que cada uno aporta desde su ahora.

Y si te quedas con ganas de más, prueba también nuestra paella de pulpo y alcachofas o la sabrosísima paella mixta, dos recetas que también saben a casa, a verano y a cocina hecha con alma.

Vamos con el paso a paso. Y ya verás: esta paella, cuando la prepares, se quedará a vivir en tu recetario para siempre.

Ingredientes

Elaboración

  • Preparación previa: cuando cocinar es casi como empezar un ritual

    Antes de que la olla toque el fuego, toca prepararlo todo con mimo. Este tipo de recetas, las de siempre, las que huelen a domingo, tienen una regla de oro: lo que se hace antes, se nota después.

    Empezamos por las gambas o langostinos. Si no son frescos, asegúrate de descongelarlos bien para que no suelten agua de más durante la cocción. Aquí tienes nuestros consejos para descongelar gambas correctamente que también sirve en este caso.

    Seguimos con el corte de las verduras. La cebolla, los ajos y los pimientos (rojo y verde italiano) deben ir picaditos. No hace falta que queden perfectos, pero sí que se noten con cariño. Si quieres conocer mejor las diferencias entre ellos, te dejo aquí una guía de tipos de pimientos muy práctica.

    Rallamos los tomates, dejamos listos los chipirones (limpios y troceados si hace falta), el rape en dados medianos, y las almejas en agua con sal para que suelten la arena, si la tuvieran. El caldo casero de marisco, ya caliente, esperando el momento de entrar.

    Y por supuesto, el arroz. En esta receta usaremos 400 g de Arroz SOS, porque es firme, absorbe el sabor sin pasarse, y te da esa textura que convierte una paella en un plato para recordar.

    Ingredientes-paella-de-marisco

    Sofrito: cuando la cocina empieza a hablar

    Este momento tiene algo especial. Con un buen chorro de aceite de oliva virgen extra, sofríe media cebolla, dos dientes de ajo, medio pimiento rojo y medio pimiento verde italiano. Sin prisas. Que se pochen, que se ablanden, que se entiendan entre ellos.

    Cuando el sofrito esté en su punto —ni crudo, ni dorado del todo—, añadimos los dos tomates rallados y dejamos que reduzcan. Aquí puedes incorporar también una o dos cucharadas de pimentón dulce, pero cuidado, que no se queme. Solo que se mezcle, que deje su color y su aroma.

    Este paso no es el más rápido, pero sí el más importante. Es el que dice: esto va en serio.

    Sofrito de paella de marisco

  • El arroz entra en juego: empieza la magia

    Este es el punto en el que todo cambia. Cuando el sofrito ya está concentrado, lleno de sabor, y el aroma lo invade todo, añadimos el arroz SOS. El arroz que recoge lo mejor de cada ingrediente y lo convierte en algo único.

    Rehogamos el arroz con el sofrito durante un par de minutos, a fuego medio. Este paso es clave para que después quede suelto y en su punto. Nada de remover sin parar, solo el tiempo justo para que cada grano brille.

    Añadir arroz a Paella de marisco

  • Caldo caliente y azafrán: sabor que lo envuelve todo

    Con el arroz bien nacarado, llega uno de los momentos más delicados: añadir el caldo de marisco caliente, poco a poco, sin prisa. Este paso no se improvisa, se acompaña. Dejamos que el arroz lo reciba poco a poco, sin moverlo en exceso, solo lo justo al principio.

    Y aquí viene el alma del plato: el azafrán infusionado, que no solo aporta color, sino profundidad. Un aroma que se queda, que transforma. Si quieres que lo haga bien, infusiónalo como se merece. Aquí te dejamos una buena guía para infusionar el azafrán, porque el detalle importa, y mucho.

    El chup-chup comienza. Y ahora, toca esperar… pero de esa espera que merece la pena.

    Verter caldo e infusión de azafrán a Paella de marisco

  • Cuando el mar entra en escena: el pescado

    Con el arroz ya empezando a absorber el caldo, es el momento de añadir una pizca de sal e incorporar el rape limpio en dados y los chipirones, que aportarán una textura suave y sabrosa al conjunto. Justo después, coloca las almejas repartidas por la superficie, ligeramente sumergidas. Se abrirán con el calor del guiso y soltarán su jugo, potenciando el sabor marinero de esta paella.

    Cocina a fuego medio durante 20 minutos, sin remover en exceso, dejando que cada ingrediente se integre y el arroz se haga en su punto justo.

    Añadir pescado a paella de marisco

  • El marisco, en el momento justo

    La paella ya huele a gloria, el arroz va tomando cuerpo… y aquí llega el toque final que hace que todo cobre sentido: los langostinos. Añádelos justo antes de apagar el fuego. Los colocas encima con mimo y, con el calor residual terminarán de cocinarse y quedarán jugosos, con ese punto perfecto que se deshace en la boca.

    Unos minutos de espera, un reposo breve… y el resultado está listo para la mesa.

    Añadir langostinos a Paella de marisco

  • El reposo y la presentación: lo último, pero no lo menos importante

    Cuando el arroz ha absorbido el caldo, los sabores están en su punto y los langostinos brillan en la superficie… toca el silencio. Ese pequeño momento de reposo, de apenas cinco minutos, donde todo se asienta y se redondea. No te saltes este paso, porque es cuando la paella termina de contar su historia.

    Para servir, no hace falta más que una cuchara y ganas de compartir. Puedes decorar con un poco de perejil fresco picado o unas gotas de aceite de oliva para realzar el color y el aroma. Pero no hace falta adornar demasiado. Cuando una paella está bien hecha, se presenta sola.

    Presentación de Paella de marisco

Conclusión: La paella que siempre apetece

Hay platos que van más allá de la receta. Esta paella de marisco es uno de ellos. Tiene el sabor de los domingos en casa, de las reuniones en familia o con amigos, del mar en cada grano. Con ingredientes sencillos, pero cuidados, y con el arroz SOS como base, consigues un resultado que emociona.

Y si te quedas con ganas de más, no te pierdas otras ideas para lucirte en la cocina como nuestra paella valenciana o la sorprendente paella de boquerones y espinacas, dos recetas con las que seguir viajando a través del arroz.

Porque cada paella es un momento, y este, seguro, vas a querer repetirlo.