Arroz meloso con alcachofas

Elaboración

• Preparamos los ingredientes con mimo

  Antes de encender el fuego, es fundamental dejarlo todo a punto. Las alcachofas son el primer ingrediente que debemos trabajar: pélalas, retira las hojas duras, corta las puntas y sumérgelas en agua bien fría con limón. Esto evita que se oxiden y les aporta un toque cítrico muy fresco. Como alternativa, puedes usar perejil, pero el toque del limón marca la diferencia. Puedes seguir esta guía sobre cómo limpiar alcachofas.

  Después, prepara el resto: pela los langostinos (reserva las cabezas), pica el ajo, corta en rodajas el puerro, trocea el pimiento verde y ten listo el tomate frito casero. Con todo bien organizado, la cocción será mucho más fluida y agradable.

  

• Hacemos un sofrito con alma de abuela

  Calienta un buen chorro de aceite de oliva virgen extra en una cazuela amplia. Empieza dorando el ajo, luego añade el puerro y el pimiento verde, todo picado fino. Sofríe a fuego medio durante unos minutos, removiendo para que no se queme y se cocine uniformemente.

  En este punto, añade las cabezas de los langostinos, presiónalas ligeramente con una cuchara para que suelten todo su jugo y den potencia al conjunto. Este truco aporta una intensidad marina que hará que el resultado final sea espectacular.

  Cuando las verduras estén tiernas, retira las cabezas de los langostinos. Incorpora el tomate frito casero y sigue cocinando hasta que el sofrito esté bien integrado y tenga ese color rojizo intenso que tanto nos recuerda a los arroces de siempre. Dedícale tiempo a este paso: aquí es donde empieza a construirse el sabor.

  

• Incorporamos las alcachofas y el sabor del mar

  Añade las alcachofas escurridas directamente al sofrito. Remueve con cariño para que se impregnen bien del aceite y el tomate. Deja que se cocinen durante unos minutos para que empiecen a ablandarse y a soltar su aroma.

  

• Añadimos el caldo y el arroz sin sellar

  Vierte el caldo de pescado bien caliente en la cazuela. Cuando rompa a hervir, añade el arroz SOS Especial Caldosos y Melosos directamente, sin sofreírlo antes. El motivo es claro: queremos que suelte el almidón y aporte cremosidad natural al plato. Si sellas el arroz, perderás esa textura melosa que buscamos.

  

  Deja cocer a fuego medio durante unos 16 minutos, removiendo frecuentemente como si estuvieras preparando un risotto. Esta técnica permite que el arroz libere todo su almidón y adquiera esa untuosidad característica.

  

• Toque final: mantequilla, reposo y presentación

  Cuando el arroz esté prácticamente en su punto, incorpora unos dados de mantequilla y remueve hasta que se integren. Este pequeño gesto aporta una capa extra de cremosidad que transforma el resultado final. Apaga el fuego y deja reposar durante 5 minutos tapado con un paño limpio.

  Para presentar el plato, dale el famoso “toque Pulguismo”: una flor de alcachofa confitada con su yema frita en el centro. No es imprescindible, pero si te animas, elevarás tu arroz a nivel de restaurante.

  

Un arroz meloso que reconforta de verdad

Este arroz meloso con alcachofas es puro mimo en cada cucharada. Tiene ese punto de cremosidad que abraza, un sofrito con sabor a hogar y el toque elegante del mar que le dan los langostinos. Es la receta perfecta para esos días en los que apetece algo calentito, sabroso y fácil de compartir con quien más te apetezca. Solo necesitas buenos ingredientes y la confianza de cocinar con Arroz SOS Especial Caldosos y Melosos, pensado justo para que el resultado sea perfecto.

Y si te has quedado con ganas de más, no te pierdas otras ideas que también te van a conquistar, como este arroz con conejo meloso o el irresistible arroz meloso con langostinos. Platos con carácter, sabor y ese toque meloso que tanto nos gusta.

Recuerda: con Arroz SOS siempre aciertas. Elige bien el arroz, cuida tu sofrito y remueve con cariño. Si sigues estos pasos, el resultado será de esos que no se olvidan. ¡Nos vemos en la próxima receta!