La paella de los domingos en familia o la de cualquier día que te reúnes con tus amigos, es un plato entrañable porque lo llevas en tu ADN (lo comes desde que eras un niño), además de sabroso. El arroz permite casi cualquier tipo de combinación de ingredientes sin perder su buen sabor; entonces, ¿por qué no atreverte, en la próxima ocasión especial que tengas con tu gente a hacer algo diferente como esta receta de paella de arroz con navajas y azafrán? ¡Anímate a cocinarla y cuéntanos cómo te fue!
Maridaje y Recomendaciones
Te sugerimos esta preparación por su increíble sabor y lo fácil que es de preparar. Las navajas son un tipo de molusco con un fino gusto a mar que suele provenir de Galicia y se consume con mayor frecuencia en los meses de frío. Constituyen un alimento con numerosas propiedades: poseen un alto contenido de calcio, fósforo, magnesio, hierro y sobre todo yodo. Eso sí, ten cuidado al comprarlas de no confundirte con los longueirones, que son muy parecidos. Se diferencian principalmente en que los primeros presentan una curvatura en su concha que les da un aspecto similar a una navaja de barbero, de ahí su nombre.
Marida tu arroz
Si maridas tu arroz con un buen vino gallego como un Rias Baixas o un Ribeiro, lograrás una combinación redonda para tu reunión. Haz que este plato sea una ocasión especial.
Otras opciones
No obstante, si en el grupo hay personas que prefieren otros ingredientes a los moluscos, no te preocupes, puedes hacer esta receta de arroz meloso con magro y alcachofas o esta paella de rape y verduras. O quizás quieras aprovechar los ingredientes que tengas por la nevera y hacer un arroz al horno.
Trucos y curiosidades
El azafrán
El azafrán es una especia que le dará un intenso aroma a tu arroz y el tono amarillo que caracteriza a la paella. Y es que es un ingrediente esencial de un buen sofrito y a tu madre no le podía faltar cuando cocinaba su famosa paella de mariscos ¿Sabías que se necesitan 250.000 flores para lograr un kilo de azafrán puro? Su cultivo y recolección son muy delicados, de ahí su alto valor en todo el mundo.
Además, su cultivo tiene otra dificultad, y es que la rosa del azafrán agota el terreno en el que se siembra. Por eso, no se debe cultivar más de 4 o 5 años seguidos, y después se debe dejar descansar la tierra, sin este cultivo, al menos una década. Y, aunque la tierra siegue siendo productiva y se puede aprovechar para otros cultivos, son muchos años en los que el azafrán tiene que llevarse a otros terrenos.
Y las complicaciones siguen… Otra de las especificidades de cultivo del azafrán es que, para favorecer su reproducción, los bulbos han de colocarse a una distancia aproximada de diez centímetros.
Como ves, las condiciones de cultivo del azafrán son muy específicas, y variarlas puede influir directamente en la calidad de sus pistilos. Por eso, se trata de un condimento que parece muy sencillo, pero es muy difícil de conseguir. Esto, unido al éxito de su implantación en la cocina, lo convierten en un ingrediente muy valioso.
Pero que no cunda el pánico, porque para esta receta solo necesitarás unas briznas de azafrán, el resto de los ingredientes y media hora de tu tiempo, y te garantizamos que los resultados gustarán de verdad.