¿Tienes la impresión de que tus hijos no dejan de crecer y de que te lo estás perdiendo? ¡No te sientas culpable! Los tiempos cambian y nuestras rutinas no tienen nada que ver con la de nuestras madres, pero no te dejes engañar por esa vida de cuento de hadas que nos suele vender la televisión. Aunque te parezca difícil la conciliación familiar, estas 9 ideas para disfrutar del tiempo libre con tus hijos te lo harán un poquito más fácil y sobre todo divertido para ellos y para ti.
La clave está en no obsesionarse, ya tengas mucho o poco tiempo libre, los niños solo necesitan sentirse queridos y saber que sus padres siempre están ahí. Cualquier momento que compartimos con ellos es una oportunidad para disfrutar en familia. ¿Necesitas inspiración para disfrutar al máximo el tiempo libre? Aquí tienes algunas ideas de todas las actividades que podéis hacer juntos.
Actividades en casa y planes para el tiempo libre
1. Antes del baño, ¡a bailar! La hora del baño puede ser muy divertida si la preparáis a buen ritmo entre risas. La higiene diaria es una oportunidad para disfrutar de esos pequeños ratitos con los peques y así deja de ser una obligación rutinaria. Para una mayor diversión, congela cubitos de colores con colorantes alimentarios para jugar con ellos en el agua. Verás que después del baño, tienen un apetito voraz y se comerán en un pispás la cena que hayas preparado. Si necesitas inspiración, aquí tienes una lista con las mejores cenas rápidas para niños.
2. Manos en la masa. A los niños les encanta trastear en la cocina y ayudar a sus papás con tareas de mayores, mucho mejor si hay dulce de por medio. Preparar juntos un rico postre como las originales croquetas de arroz o una irresistible tarta de arroz con leche para la merienda creará recuerdos imborrables.
3. Deporte con los niños. Sí, es posible la conciliación, no hay que renunciar al deporte si aprovechamos para vivir el tiempo libre en familia. Por ejemplo, hay carritos específicos para llevar a los más peques en tus salidas de running y cuando sean mayores podéis montar excursiones en bicicleta. También hay muchos talleres de yoga, natación o pilates especiales para padres e hijos, incluso clases de baile.
4. Juegos relajantes. Para preparar la hora de ir a la cama no hay nada como compartir un tiempo de calidad más calmado después del ajetreo del día. Una buena actividad casera consiste en hacer arroz de colores para jugar con los más pequeños. Por ejemplo, prueba a mezclar en un cubo grande arroz teñido de colores con plantas aromáticas. Dentro se esconden pequeños objetos como conchas o muñecos para que el niño encuentre los tesoros con las manos, diferentes cada día.
5. Manualidades DIY. Con proyectos manuales podemos pasarlo muy bien sin salir de casa compartiendo momentos divertidos al mismo tiempo que ellos aprenden y desarrollan su creatividad. Por ejemplo, con globos sensoriales rellenos de harina, arena, gel o arroz, para jugar con el tacto, o palos de lluvia o maracas con tubos de cartón, arroz y semillas para experimentar con los sonidos creando música.
6. Animación a la lectura. Además de disfrutar de esos ratitos en la cama antes de apagar la luz leyendo un cuento, podéis apuntaros a actividades con niños de las que seguro se organizan en la biblioteca de tu ciudad. También son muchas las librerías que montan talleres, juegos y lecturas para familias, incluso hay proyectos muy interesantes en museos y centros culturales.
7. Compartir tareas. Que los trabajos del hogar no sean “tiempo perdido”, ya desde pequeños pueden ir aprendiendo a colaborar en casa. Por ejemplo, ayudando a poner o recoger la mesa, a tender la ropa o a ordenar sus juguetes, y será más divertido si al mismo tiempo cantáis canciones o jugáis a adivinanzas o al veo veo; ¡los viejos clásicos nunca mueren!
8. Colorear juntos. Ahora que están de moda los libros de colorear para adultos, ¿por qué no convertirlo en una actividad en familia? Se puede sacar un hueco en cualquier momento para compartir lápices de colores, completando cada uno su libro poco a poco cada día.
9. Aprovechar el desayuno. Es la comida más importante del día y una buena oportunidad para compartir un ratito antes de que la familia se separe por las mañanas. A primera hora los niños están más receptivos y es el momento ideal para compartir unos minutos charlando sobre lo que nos deparará la jornada.
Ser padres siempre es complicado y los horarios de trabajo parecen que lo hacen todo más difícil, pero la conciliación es posible si no nos agobiamos con metas imposibles. Lo importante es sacar un rato cada día para disfrutar juntos de tiempo de calidad que merezca la pena. Los peques se adaptan a todo y son esos momentos de felicidad y cariño los que dejarán huella en sus recuerdos. ¿Cómo os gusta a vosotros aprovechar el tiempo libre?